"Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz es mi sendero" Ps 119,105

viernes, 15 de julio de 2016

Catequesis 15/07/2016, el Espiritu Santo

SAN LUCAS 24.36
Aparición a los apóstoles y discípulos
36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros». 37 Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu*. 38 Y él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? 39 Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo». 40 Dicho esto, les mostró las manos y los pies. 41 Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo de comer?». 42 Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. 43 Él lo tomó y comió delante de ellos. 44 Y les dijo: «Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí». 45 Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. 46 Y les dijo: «Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día 47 y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. 48 Vosotros sois testigos de esto. 49 Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre; vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que viene de lo alto».

HECHOS 1.1

En mi primer libro, Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo 2 hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo. 
3 Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios. 4 Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, 5 porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días». 6 Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino a Israel?». 7 Les dijo: «No os toca a vosotros conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; 8 en cambio, recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta el confín de la tierra».

HECHOS 1.12

Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. 13 Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago. 14 Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos.

HECHOS 2.1
Nuevo comienzo. Pentecostés Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. 2 De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. 3 Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. 4 Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.


5 Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. 6 Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. 7 Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo: «¿No son galileos todos esos que están hablando? 8 Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa? 9 Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, 10 de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, 11 tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua».

SAN JUAN 15.26

Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; 27 y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.

SAN JUAN 16.12,13

Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; 13 cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.

SAN JUAN 13.34

Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».

CORINTIOS 12.12

El símil del cuerpo
 

12 Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. 13 Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

14 Pues el cuerpo no lo forma un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? 16 Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? 17 Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿dónde estaría el oído?; si fuera todo oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Pues bien, Dios distribuyó cada uno de los miembros en el cuerpo como quiso. 19 Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?


20 Sin embargo, aunque es cierto que los miembros son muchos, el cuerpo es uno solo. 21 El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito». 22 Sino todo lo contrario, los miembros que parecen más débiles son

necesarios. 23 Y los miembros del cuerpo que nos parecen más despreciables los rodeamos de mayor respeto; y los menos decorosos los tratamos con más decoro; 24 mientras que los más decorosos no lo necesitan. Pues bien, Dios organizó el cuerpo dando mayor honor a lo que carece de él, 25 para que así no haya división en el cuerpo, sino que más bien todos los miembros se preocupen por igual unos de otros. 26 Y si un miembro sufre, todos sufren con él; si un miembro es honrado, todos se alegran con él.

27 Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. 28 Pues en la Iglesia Dios puso en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas, en el tercero, a los maestros, después, los milagros, después el carisma de curaciones, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas. 29 ¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? 30 ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?

31 Ambicionad los carismas mayores.

Lecturas recomendadas: Evangelio San Juan capítulos 13 al 17 y Romanos 8

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