GALATAS 2.1919 Pues yo he muerto a la ley por medio de la ley, con el fin de vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo; 20 vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí. Y mi vida de ahora en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. 21 No anulo la gracia de Dios; pero si la justificación es por medio de la ley, Cristo habría muerto en vano.
ROMANOS 14.7
7 Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. 8 Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor. 9 Pues para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de muertos y vivos.
SAN JUAN 4.9 cartas
9 En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.
SAN JUAN 7.15 Y 47 Evangelio
45 Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo habéis traído?». 46 Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre». 47 Los fariseos les replicaron: «¿También vosotros os habéis dejado embaucar? 48 ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? 49 Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».
No hay comentarios:
Publicar un comentario